Destacó el toreo de Sergio Rodríguez y la bravura de los toros de Valdellán. Manuel Diosleguarde y Pablo Jaramillo también dieron una buena dimensión y tuvieron un juego interesante los Montalvo.
1er Novillo de la tarde, para Manuel Diosleguarde.
Montañés nº 19, de Valdellán. 430kg. Precioso toro, rematado y bien hecho. Negro bragado, meano, calcetero y algo engatillado de cuerna.
Lo recibió Manuel Diosleguarde con un buen ramillete de verónicas y una templada media. El Valdellán mostró humillación y codicia, además de galope, pero le faltaba algo de recorrido.
Recibió un puyazo medido y quitó Diosleguarde por verónicas toreando muy despacio y una bonita revolera de remate.
En banderillas dejó un buen par Jesús Talaván.
Ya en la muleta el novillo tuvo una embestida de mucha clase, humillando con codicia y fijeza, aunque le faltó empuje y algo de fuerza. Manuel Diosleguarde aprovechó su buena condición y toreó muy encajado, con profundidad y adaptándose muy bien al ritmo del toro. Hubo muletazos muy lentos, especialmente por la diestra, pitón por el que embestía con mucha calidad. Por el izquierdo necesitaba más sitio y perder algún paso. Diosleguarde consiguió algunos buenos naturales, uno especialmente fue de una profundidad y una pureza extraordinarias, en el que el toro embistió muy bien, en línea curva y por abajo.
El novillero toreó con gusto y buena cabeza, pero marró con la espada. Pinchó varias veces arriba. Ovación al toro y al torero.
2º Novillo de la tarde. Para Pablo Jaramillo.
Marfil-61, de Montalvo, con un peso de 435kg. Castaño, bajo y enseñando las puntas.
Jaramillo lo recibió con una larga de rodillas en el tercio, en una clara declaración de intenciones. Después siguió toreando por expresivas verónicas en las que el novillo echó un poco las manos por delante y tuvo una embestida algo descompuesta, pero con recorrido.
Recibió un puyazo en buen sitio e hizo una brava pelea, empujando con los riñones y con la cara abajo.
Se lució en banderillas Sergio Aguilar, buen torero que ahora se ha convertido en un excelente hombre de plata.
Comenzó Pablo Jaramillo la faena de rodillas y luego siguió con pases para ir haciendo al toro. En estos primeros compases toreó para el toro, llevándolo en línea recta, con temple, sitio y largura. El novillo era incómodo porque cabeceaba, se descomponía… pero tenía buen fondo y muchas virtudes, y eso lo sabía Jaramillo. A base de hacer las cosas bien y torear con mucho temple consiguió que el novillo, muy agradecido, embistiera de categoría, con mucha fijeza, recorrido y humillación, metiendo muy bien la cara. Jaramillo pudo torear a placer, especialmente por la zurda, con la que dibujó naturales de buena expresión. Destacaron los pases de pecho, a la hombrera contraria. Muy dispuesto estuvo Jaramillo y embistió con transmisión el novillo.
Mató de media estocada caída pero efectiva, y se le concedió la oreja. Ovación al novillo.
3er Novillo de la tarde, para Sergio Rodríguez.
Rebujito-16, 450Kg, de Montalvo. Negro, bajo y acapachado de cuerna, rematado y con buena culata.
Desde el primer capotazo mostró sus dificultades, ya que midió y esperó mucho. Se arrancó al caballo al relance y apretó con mucha fuerza. Oscar Bernal le plantó pelea y le recetó un gran puyazo.
Parearon muy bien Jarocho y Fernando Sánchez, andándole al toro y clavando en todo lo alto. Una maravilla, saludaron ovación del público.
Comenzó la faena Sergio Rodríguez doblándose con el novillo y pudiéndolo. Animal complicado que no fue nunca metido en la muleta, se colaba y acortaba la embestida. Peligroso, de los que piden el carné. Sergio Rodríguez estuvo muy firme, tragando y sin dudar un momento. Demostró tener un oficio poco común para ser su segunda novillada con caballos, además de un concepto muy puro. Toreó templado, haciendo pasar al novillo y alargando su recorrido, y sacó derechazos muy logrados, provocando mucho y esperando a un astado cada vez más mirón.
Pinchó arriba para luego enterrar una estocada algo trasera. Cortó una oreja ganada a pulso.
4º Novillo de la tarde, para Manuel Diosleguarde.
Cocherito-42, con un peso de 460Kg. Colorado ojo perdiz, bien hecho.
Arreado salió Manuel Diosleguarde con un variado inicio: una larga cambiada de rodillas, verónicas, ajustadas chicuelinas, faroles, gaoneras… Y para llevarlo al caballo preciosas chicuelinas al paso.
Recibió un puyazo arriba medido. De nuevo quitó Diosleguarde, ahora por delantales y gaoneras. Salió totalmente en novillero, sin dejarse ganar la pelea.
El toro cortó mucho en banderillas y parearon con exposición los dos banderilleros.
Inició el trasteo de rodillas, pero el novillo lo desarmó. Quizá un exceso de ganas, pero luego siguió toreando con buena cabeza. Se nota que está muy rodado y tiene muy buen sitio. El novillo de Montalvo tuvo mucha nobleza, además de humillación y recorrido, aunque fue un poco soso. Toreó Diosleguarde con buena colocación y muletazos de mucha profundidad y suavidad, con mucho valor. Lo llevó muy largo y podido por ambas manos. Aderezó su labor con desplantes y arrimones, hasta que el novillo se agarró al piso y echó la persiana.
Dejó dos pinchazos previos a una estocada y cortó una oreja.
5º Novillo de la tarde, para Pablo Jaramillo.
Montañés-20, 450Kg, de Valdellán. Un gran toro, muy bravo. Negro, muy rematado y en el tipo de Santa Coloma. Bonito, con el hocico fino. Mostró codicia en el capote de Jaramillo y midió mucho.
Peleó en el caballo y a partir de ahí fue a mucho más.
Bregó muy bien Sergio Aguilar y tuvieron mérito los banderilleros, ya que el novillo esperó.
Jaramillo comenzó la faena abriendo los caminos al toro. El Valdellán mostró codicia, humillación, recorrido, transmisión… un toro bravo, un toro de bandera. Serio de presentación y de comportamiento exigente. Pablo Jaramillo estuvo firme y dibujó buenas tandas de derechazos largos y ligados, y templados naturales, aunque le faltó un punto de exigirle por bajo. Los pases de pecho fueron tremendos, muy asentado y cargando la suerte. Y el novillo siguió embistiendo hasta el final, muy bravo y encastado. Cerró faena por manoletinas ajustadas y se precipitó a la hora de entrar a matar, fallando repetidamente con los aceros. Ovación al toro y al torero.
6º Novillo de la tarde, para Sergio Rodríguez.
Buenastardes-24, de 470Kg. Una pintura, burraco, lucero, bajo, rematado…y otro toro de bandera, Buenastardes ¡y tanto que buenas!
Desde los primeros lances a la verónica de Sergio Rodríguez embistió con gran clase, codicia y franqueza.
Empujó con los riñones en el caballo y recibió un puyazo en buen sitio.
Jarocho bregó de maravilla, llevando al toro largo y por abajo con los capotazos justos. Y otra vez Fernando Sánchez nos hizo disfrutar. Vaya tarde echó, atento en todas las lidias y torero.
Sergio Rodríguez inició la faena por bajo, con pellizco y encajado. Además, le dio un poco de sitio en los primeros compases y el novillo acabó de romper. Embistió con una bravura y una clase superior. Siempre con el hocico haciendo surcos, desde el embroque hasta el final de cada muletazo, haciendo el avión y doblándose en redondo. El novillero lo entendió a la perfección y cuajó una gran faena. Toreó con un concepto muy puro, vertical, natural, dando el pecho siempre. Exigió al Valdellán por abajo, como el novillo le exigió a él. Naturales de gran clasicismo y gusto, despacio. No hizo ningún gesto para la galería, solo lo necesario para torear bien. Y muy bien. Hasta el final de la faena siguió el novillo embistiendo con esa calidad y Sergio Rodríguez toreando con pureza, templado y con cabeza.
Lo mató de media estocada agarrada y descabelló. Cortó una oreja de peso con la que abrió la Puerta Grande y el novillo recibió una fuerte ovación en el arrastre.
Jimena Vergara del Pozo
Plaza de toros de Sahagún, 3 de julio de 2021